
Palabras en el aire. Palabras en el papel. Palabras apalabradas. De eso se trata. El juego de las palabras. El peligro de las palabras. La pasión de las palabras.
Y la palabra como martillo, como pincel, como aguja en la costura de un cuento, como cucharón generoso revolviendo la sopa compartida. De eso se trata.
Digo bienvenidos al taller, como digo bienvenidos al tren.
Para subirse y leer. Y comentar. Y discutir. Y refutar.
Sólo de eso se trata...Ni más ni menos...
Y Julio, desde allá, sonriendo ante mi osadía de declararlo benefactor del blog.
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